Saturday, April 21, 2012

EL FMLN Y LAS ELECCIONES


EL FMLN Y LAS ELECCIONES

                                                                                                Chencho Alas

En el medio político de El Salvador la pregunta que está flotando en el ambiente estos días es la siguiente: ¿Cuál es el objetivo prioritario que el FMLN debe plantearse en las próximas elecciones, la consolidación del partido o ganar la presidencia? Desde luego, lo mejor sería que el FMLN asegurara ambos objetivos el año 2014.

Los resultados de las elecciones de alcaldes y diputados de marzo pasado no fueron favorables al partido de izquierda que perdió cuatro diputados y la mayoría de alcaldías del gran San Salvador, algunas de ellas consideradas bastiones del FMLN. El crecimiento que obtuvo en las elecciones del 2009 se debió en parte a la figura de Mauricio Funes reconocido a nivel nacional como un crítico de ARENA y de las derechas representadas por las asociaciones de la empresa privada las cuales siempre han considerado los intereses nacionales como sus intereses.

Ni a ARENA ni a la empresa privada les ha importado el crecimiento de la pobreza o el problema de la violencia que la han usado para sacar provecho propio electorero. Recuerdo que durante la presidencia de Francisco Flores tuve la oportunidad de visitar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en donde trabajé por cuatro años. Tuve una entrevista con doña Juana Salazar, especialista principal en la División de Modernización de Estado y Sociedad Civil. Durante la conversación que tuvimos, ella me comentó que le ofreció a Flores $5,000.000 para montar un proyecto preventivo a favor de los jóvenes. La respuesta del presidente fue bien clara, nosotros ya tenemos la solución. Todos conocemos la estrategia de la mano dura y posteriormente de la super mano dura, estrategia a todas luces machista.

Funes le llevó votos al FMLN pero en el curso de su administración se los ha restado. Sus actuaciones han seguido un camino retorcido, más a la derecha que a la izquierda. La arrogancia quizá como respuesta a su estatura no le ayuda y en ocasiones se ha visto claramente que ha favorecido a las corporaciones como el veto a la propuesta de la Asamblea de bajar el costo de las llamadas por teléfono celular.

Ante esta situación, ¿cuál es el camino que debe seguir el FMLN? Las opiniones son variadas ya que no se tiene una varita mágica o una bola de cristal para dar una respuesta tajante. En la administración de Funes hay elementos que han sobresalido por su entrega de servicio, su visión de país, su trabajo arduo. Puedo señalar con admiración el trabajo realizado por Leonel González (Salvador Sánchez Cerén), Vicepresidente del país y Ministro ad honorem de Educación, a quien recordarán los niños y padres de familia por las oportunidades que ha dado para que el país salga del pantano del analfabetismo ; Gerson Martínez, Ministro de Obras Públicas ha desarrollado una magnifica administración de su cartera, en ocasiones reconocida por romanos y troyanos, tal es el caso de la recuperación de carreteras el año pasado durante los diez días de lluvia que azotaron el país y posteriormente; el Canciller de la República, Hugo Martínez; y desde luego, el abanderado de los alcaldes de izquierda, Oscar Ortiz. La lista puede engrosarse fácilmente.
La respuesta de la cúpula del FMLN es un llamado a sus partidarios para que tengan confianza, que ellos van a nombrar a la persona que crean más adecuada. En esto se parecen al Papa que afirma que el tiene la última palabra en la Iglesia porque está asistido directamente por el Espíritu Santo, lo cual lo desmiente la historia como en el caso de Galileo. Creo que esta respuesta de la cúpula son restos del dogmatismo de un socialismo no tan bien digerido.

Prefiero el llamado que hace Oscar Ortiz, alcalde reelecto de Santa Tecla, quien afirmó esperar del FMLN un proceso “abierto y democrático” para elegir al candidato que los representará el 2014. “Yo espero y tengo la confianza de que nuestro partido FMLN haga un proceso lo más abierto posible, lo más democrático posible, porque creo que tenemos condiciones para eso… Lo importante es que el partido abra un proceso de escuchar adentro y afuera para tener de manera más objetiva los elementos y criterios para tomar la mejor decisión. Hay que apostar a ganar y para ganar hay que presentar una candidatura que convoque, que una, y que sea capaz de construir alianzas.”

El FMLN perdió alcaldías y diputaciones porque todavía se maneja el personalismo y porque se hace poco trabajo a nivel de base. El político es un servidor del pueblo que necesita mística para entregar largas horas de trabajo a construir organizaciones concientes de lo que significa un proyecto de nación. Quien no tenga esta vocación de servicio, no puede ser candidato del pueblo. Desgraciadamente, hay muchos que prefieren el aire acondicionado, la cómoda butaca, y el cheque mensual, aunque ese dinero no responda al puesto para el cual se le ha elegido. 

                                                                                        21 de Abril de 2012








Thursday, April 12, 2012

Una llamda crucial.

Fascinante! Chencho


Una llamada crucial


Randy Alonso Falcón

Publicado el 11 Abril 2012   -  En MONCADA

Hugo Chávez y su hija Maria Gabriela.
Por más que lo manoseen y manipulen, el periodismo es y debe ser un arma extraordinaria de verdad y de denuncia. Así lo experimenté aquel 12 de abril de 2002, cuando Venezuela vivía momentos trágicos, en los que el fascismo trataba de sepultar la nueva era que se iba abriendo con el proceso transformador encabezado por Hugo Chávez Frías.
La incertidumbre rodeaba el destino del líder bolivariano, quien había sido hecho prisionero aquella madrugada en Miraflores por los militares gorilas, entrenados a la usanza de Washington y aliados a la oligarquía fascista, y conducido a destino desconocido.
La información propalada por los medios privados, que fueron eje fundamental del golpe, era que el Presidente Chávez había renunciado y se debía “retomar el hilo constitucional”. Los medios transnacionales de comunicación jugaban en el mismo bando de la noticia.
Una llamada telefónica a Fidel de la hija de Chávez, María Gabriela Chávez Colmenares, esa mañana, daría un giro en la historia. Sus breves palabras después, en una entrevista que le hicimos por igual vía -en medio de la persecución que sufrían ella, su familia y sus amigos-, fueron un aldabonazo contra la mentira y un despertar a la verdad y a la conciencia al pueblo venezolano:
“Hace dos horas logramos comunicarnos con mi papá, nos llamó por teléfono y nos dijo que, por favor, le comunicáramos al mundo entero que él en ningún momento ha renunciado”
La frase aireada por la televisión cubana al mediodía del 12 de abril abrió una brecha en la mentira mediática concertada y empezó a resquebrajar el golpe en el ámbito de los medios a escala internacional. La derrota total de la intentona tendría en el pueblo venezolano a su gran protagonista.
Como desde que se creara Radio Rebelde para combatir las mentiras de la dictadura batistiana o la Operación Verdad, que enfrentó la demonización de la Revolución naciente en 1959, Fidel Castro fue el estratega de aquella operación comunicacional y política que durante el 12, 13 y 14 de abril de 2002, desmontó desde Cuba, a golpes de llamadas telefónicas a líderes del proceso bolivariano y a familiares de Chávez, la mentira que se construyó para legalizar el golpe militar alentado desde Washington y Madrid.
En el libro “Cien horas con Fidel”, el líder de la Revolución Cubana cuenta la historia y el impacto de aquella primera llamada iluminadora y de los acontecimientos que vinieron después:
Horas después, ya en pleno día 12 de abril, en un momento (Chávez) se las arregla para realizar una llamada telefónica, y habla con su hija María Gabriela. Le afirma que no ha dimitido, que es un “presidente prisionero”. Le pide que me lo comunique para que yo lo informe al mundo. La hija me llama de inmediato el 12 de abril, a las 10:02 de la mañana, y me transmite las palabras de su padre.
Le pregunto de inmediato: “¿Tú estarías dispuesta a informarlo al mundo con tus propias palabras?”
“¿Qué no haría yo por mi padre?”, me responde con esa precisa, admirable y decidida frase.
Sin perder un segundo, me comunico con Randy Alonso, periodista y director de la “Mesa Redonda”, conocido programa de televisión. Con teléfono y grabadora en mano, Randy llama al celular que me dio María Gabriela. Eran casi las 11:00 de la mañana. Se graban las palabras claras, sentidas y persuasivas de la hija que, transcritas de inmediato, se entregan a las agencias cablegráficas acreditadas en Cuba y se transmiten por el Noticiero Nacional de Televisión a las 12:40 del 12 de abril del 2002, en la propia voz de Gabriela. La cinta se había entregado igualmente a las televisoras internacionales acreditadas en Cuba. La CNN desde Venezuela transmitía con fruición las noticias de fuentes golpistas; su reportera en La Habana, en cambio, divulgó rápidamente desde Cuba, al mediodía, las palabras esclarecedoras de María Gabriela.
(…) Bueno, eso lo escucharon millones de venezolanos, mayoritariamente antigolpistas, y los militares fieles a Chávez, a los que se trató de confundir y paralizar con las mentiras descaradas de la supuesta renuncia. En horas de la noche, a las 11:15, llama de nuevo María Gabriela. Su voz tenía acento trágico. No la dejo terminar sus primeras palabras y le pregunto: “¿Qué ha ocurrido?” Me responde: “A mi padre lo han trasladado de noche, en un helicóptero, con rumbo desconocido”. “Rápido”, le digo, “en unos minutos hay que denunciarlo con tu propia voz”.
Randy estaba conmigo, en una reunión sobre los programas de la Batalla de Ideas con dirigentes de la Juventud y otros cuadros; tenía consigo la grabadora, y de inmediato se repite la historia del mediodía. La opinión venezolana y el mundo estarían así informados del extraño traslado nocturno de Chávez con rumbo desconocido. Esto ocurre entre la noche del 12 y la madrugada del 13.
El sábado 13, bien temprano, estaba convocada una Tribuna Abierta en Güira de Melena, un municipio de la provincia de La Habana. De regreso a la oficina, antes de las 10:00 de la mañana, llama María Gabriela. Comunica que “los padres de Chávez están inquietos”, quieren hablar conmigo desde Barinas, desean hacer una declaración.

Le informo que un cable de una agencia de prensa internacional comunica que Chávez ha sido trasladado a Turiamo, puesto naval en Aragua, en la costa norte de Venezuela. Le expreso el criterio de que por el tipo de información y detalles, la noticia parece verídica. Le recomiendo indagar lo más posible. Me añade que el general Lucas Rincón, Inspector General de las Fuerzas Armadas, quiere hablar conmigo, y desea igualmente hacer una declaración pública.
La madre y el padre de Chávez hablan conmigo: todo normal en el estado de Barinas. Me informa la madre de Chávez que el jefe militar de la guarnición acababa de hablar con su esposo, Hugo de los Reyes Chávez, el Gobernador de Barinas y padre de Chávez. Les transmito el máximo de tranquilidad posible.
También se comunica el Alcalde de Sabaneta, el pueblo donde nació Chávez, en Barinas. Quiere hacer una declaración. Cuenta de paso que todas las guarniciones son leales. Es perceptible su gran optimismo.
Hablo con Lucas Rincón. Afirma que la Brigada de Paracaidistas, la División Blindada y la base de cazabombarderos F-16 están contra el golpe y listas para actuar. Me atreví a sugerirle que hiciera todo lo posible por buscar la solución sin combates entre militares. Obviamente el golpe estaba derrotado. No hubo declaración del Inspector General, porque la comunicación se interrumpe, y no pudo restablecerse.
Minutos después, llama de nuevo María Gabriela: me dice que el general Baduel, jefe de la Brigada de Paracaidistas, necesita comunicarse conmigo, y que las fuerzas leales de Maracay desean hacer una declaración al pueblo de Venezuela y a la opinión internacional.

Un insaciable deseo de noticias me lleva a preguntarle a Baduel tres o cuatro detalles sobre la situación, antes de proseguir el diálogo. Satisface mi curiosidad de forma correcta; destilaba combatividad en cada frase.

De inmediato le expreso: “Todo está listo para su declaración”.
Me dice: “Espérese un minuto, le paso al general de división Julio García Montoya, secretario permanente del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa. Ha llegado para ofrecer apoyo a nuestra posición”.
Este oficial, de más antigüedad que los jóvenes jefes militares de Maracay, no tenía en ese momento mando de tropas.

(…) Las palabras de este oficial de alta graduación fueron realmente inteligentes, persuasivas y adecuadas a la situación. Expresó en esencia que las Fuerzas Armadas venezolanas eran fieles a la Constitución. Con eso lo dijo todo.
Yo me había convertido en una especie de reportero de prensa que recibía y transmitía noticias y mensajes públicos, con el simple uso de un celular y una grabadora en manos de Randy. Era testigo del formidable contragolpe del pueblo y las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela.
La situación en ese momento era excelente. El golpe del 11 de abril no tenía ya la más mínima posibilidad de éxito. Pero un terrible riesgo se cernía todavía sobre el hermano país. La vida de Chávez estaba en gravísimo peligro. Secuestrado por los golpistas, a la oligarquía y el imperialismo la persona de Chávez era lo único que les quedaba en sus manos de la aventura fascista. ¿Qué harían con él? ¿Lo asesinarían? ¿Saciarían su sed de odio y venganza contra aquel rebelde y audaz luchador bolivariano, amigo de los pobres, defensor indoblegable de la dignidad y la soberanía de Venezuela? ¿Qué ocurriría si, como en Bogotá, a raíz de la muerte de Gaitán, llegaba al pueblo la noticia del asesinato de Chávez? No se me quitaba de la cabeza la idea de semejante tragedia y sus consecuencias sangrientas y destructivas.
A medida que transcurrían las horas del mediodía, después de las comunicaciones mencionadas, llegaban por todas partes noticias de la indignación y la rebeldía populares. En la ciudad de Caracas, centro principal de los acontecimientos, un mar de pueblo avanzaba por calles y avenidas hacia el Palacio de Miraflores y las instalaciones centrales de los golpistas. En mi desesperación de amigo y hermano del prisionero, mil ideas me pasaban por la mente. ¿Qué podíamos hacer con nuestro pequeño celular? A punto estuve de llamar por mi cuenta al mismísimo general Vázquez Velasco. Nunca había hablado con él ni sabía cómo era. Ignoraba si respondería o no, y cómo lo haría. Y para esa singular misión no podía contar con los valiosos servicios de María Gabriela. Lo pensé mejor. A las 4:15 de la tarde llamé a nuestro Embajador en Venezuela, Germán Sánchez. Indagué con él si creía que Vázquez Velasco respondería o no. Me dijo que tal vez sí.
“Llámalo —le pedí—, usa mi nombre, exprésale de parte mía la opinión de que un río de sangre podría correr en Venezuela, derivado de los acontecimientos. Que sólo un hombre podría evitar esos riesgos: Hugo Chávez. Exhórtalo a que lo pongan de inmediato en libertad, para impedir ese curso probable de los acontecimientos”.
El general Vázquez Velasco respondió la llamada. Afirmó que él tenía en su poder a Chávez y garantizaba su vida, pero que no podía acceder a lo que se le solicitaba. Nuestro Embajador insistió, argumentó, trató de persuadirlo. El General, molesto, interrumpió la comunicación. Colgó el teléfono.
Llamo de inmediato a María Gabriela y le informo de las palabras de Vázquez Velasco, especialmente lo relacionado con el compromiso de garantizar la vida de Chávez. Le pido que me comunique otra vez con Baduel. A las 4:49 se establece el contacto. Le cuento en detalle el intercambio Germán Vázquez Velasco. Expreso mi opinión sobre la importancia de que Vázquez Velasco reconozca que tiene en su poder a Chávez. Eran circunstancias propicias para presionarlo al máximo.
En ese momento en Cuba no se sabía con seguridad si Chávez había sido trasladado o no y a qué punto. Se rumoraba hacía horas que el prisionero había sido enviado a la isla de Orchila. Cuando ha¬blé con Baduel, casi a las 5:00 de la tar¬de, el Jefe de la Brigada seleccionaba los hombres y preparaba los helicópteros que rescatarían al Presidente Chávez. Imaginaba cuán difícil sería para Baduel y los paracaidistas obtener los datos precisos y exactos para tan delicada misión.

Durante todo el resto del día hasta las 12:00 de la noche del 13, dediqué mi tiempo a la tarea de hablar con cuantas personas podía hacerlo sobre el tema de la vida de Chávez. Y hablé con muchos, porque durante esa tarde el pueblo, con el apoyo de jefes y soldados del Ejército, iba controlándolo todo. Ignoro todavía a qué hora y de qué forma Carmona, el Breve, abandonó el Palacio de Miraflores. Supe que la escolta, bajo la dirección de Chourio y los miembros de la Guardia Presidencial, tenían ya en sus manos y ocupaban los puntos estratégicos del edificio, y Rangel, que se mantuvo firme todo el tiempo, había vuelto al Ministerio de Defensa.
Incluso llamé por teléfono a Diosdado Cabello apenas tomó posesión de la Presidencia. Al interrumpirse la comunicación por causas técnicas, le transmití un mensaje a través de Héctor Navarro, Ministro de Educación Superior, sugiriéndole que en su condición de Presidente Constitucional le ordenara a Vázquez Velasco liberar a Chávez, advirtiéndole de la grave responsabilidad en que incurriría si desacataba esa orden.

Con casi todos hablé, me sentía parte también de aquel drama en el que me introdujo la llamada de María Gabriela en la mañana del 12 de abril. Sólo cuando se supieron después todos los detalles del calvario de Hugo Chávez, desde que lo trasladaron con rumbo desconocido en horas de la noche del día 12, pudo comprobarse cuán increíbles peligros corrió, en los que puso en juego toda su agudeza mental, su serenidad, sangre fría e instinto revolucionario. Más increíble todavía es que los golpistas hasta el último minuto lo mantuvieron desinformado de lo que ocurría en el país, y hasta el último minuto insistieron en que firmara una renuncia que nunca firmó.
A diez años de los acontecimientos, se dibuja como definitoria aquella llamada de Maria Gabriela a Fidel. Desde una pequeña isla se contribuyó modestamente a derrotar el poder mediático y político del imperio y sus acólitos.
Como periodista y testigo, sentí en aquellas horas orgullo inmenso de la profesión que había escogido. Las palabras de Maria Gabriela aquella mañana del 12 de abril me estremecieron profundamente y me comprometieron para siempre:
Ese es mi celular, lo voy a tener siempre conmigo, me pueden llamar a cualquier hora, cualquier cosa; es más fácil que tú te comuniques conmigo porque yo no tengo como llamarlos, cualquier cosa que quieran saber yo los mantendré informados. No tenemos ningún problema. Por mi papá cualquier cosa. Nosotros también los queremos mucho, a todo el pueblo cubano. Gracias por ese apoyo.
Una década después es igual el compromiso de Cuba con la lucha por la verdad, y con Chávez, la Revolución Bolivariana y su pueblo.

Monday, April 9, 2012

Ley, pastoral, cultura, violencia


Ley, pastoral, cultura, violencia

                                                                                                Chencho Alas

Nos tomó a todos por sorpresa la grata noticia acerca de la disminución súbita de asesinados en nuestra país, algo que no se puede dar si no existen tentáculos visibles y ocultos del crimen organizado ya sea entre las maras, la policía y el ejército, o entre los que tienen gruesas cuentas bancarias y políticas.

Más sorpresiva fue para mi la reacción de determinados personajes de la política pipil que al conocer la noticia del traslado de algunos jefes de las maras Salvatrucha (M-13) y de la Calle 18 (M-18), se rasgaron las vestiduras y comenzaron a exigir el cumplimiento de la ley. Según ellos, quienes han sido condenados por la justicia a vivir algunos años en Zacatrás, no pueden ser trasladados a cárceles de régimen más benigno. El comentario de Calderón Sol, de Cristiani, de Mauricio Funes creo que se puede traducir en los siguientes términos: “Primero es la ley y luego la vida. Es preferible que continúen en Zacatrás, aunque eso signifique que sigan ordenando la muerte de cientos de personas. ¡No hay negociación!” 

Si se lee entre líneas algunos comunicados de prensa, quien intervino para llegar a un acuerdo entre los jefes de las maras de bajar la guardia asesina, fue el Capellán de la Policía y el Ejército, Mons. Fabio Colindres, lo cual fácilmente se entiende ya que su trabajo es pastoral, -esa es su función dentro de la Iglesia-. Lástima que no lo hizo antes.

Me pregunto: ¿habrá que cumplir con la ley a ciegas? Pero, ¿cuál es el objetivo de la ley? La sociedad a lo largo de la historia ha buscado la seguridad, la armonía, el respeto, la colaboración mutua y solidaria, valores todos relacionados con la protección de la vida. Para asegurarse que estos valores están presentes entre sus miembros, ha visto necesaria la existencia de leyes. Estas, por lo tanto, no son un fin en si mismo, no están por encima de la sociedad, solamente son instrumentos al servicio de la vida.

Por otra parte, aunque hay diferencia de funciones entre los miembros de la sociedad, unos son abogados, jueces, políticos… otros están dedicados al servicio espiritual como los pastores, sacerdotes… Sin embargo, unos y otros tienen como último fin no solo su bien personal sino también cuidar y mantener la salud integral de la sociedad. O sea, debe darse una integración de todos en la búsqueda del objetivo último, la justicia y la paz.

Lo arriba afirmado, desde el campo de la cultura nos exige unidad en nuestros valores y acciones.  La cultura está constituida por siete instituciones íntimamente entrelazadas: la familiar, la simbólica (sobre todo el lenguaje), la educativa, la religiosa, la económica, la política y la lúdica incluyendo los deportes. Por ejemplo, la familia tiene que ver con cada una de las otras instituciones al igual que la política, etc.  Por lo tanto, no podemos aislarnos o ver nuestros actos como algo independiente. Desde el punto de vista de la cultura, tenemos que analizar la violencia desde todos los campos y enfrentarla de manera integral, no solo desde la ley o del garrote, lo que se hace en El Salvador. La violencia es una cuestión nacional y como tal, todos estamos obligados a luchar contra ella no solo dentro de nuestra frontera sino más allá. Se trata de un mal planetario que requiere soluciones planetarias.